Por un futuro más humanista
Me resulta ciertamente paradójico constatar la cantidad de proyectos en los que participamos y colaboramos a lo largo de nuestra vida, aquellos otros que creamos e impulsamos… proyectos en los que vamos dejando parte de nuestra vida y a los que damos vida en forma de entrega generosa de nuestro tiempo y conocimiento. Me resulta ciertamente paradójico constatar que, a pesar de ello… a pesar de nuestra aportación enriquecedora a proyectos de terceros, del Proyecto de Vida propio casi nadie habla.
Es bueno que las Organizaciones vayan tomando conciencia de la importancia del bienestar de sus empleados y empleadas. Es bueno preocuparse por la vida de sus personas. Pero es mejor, dando un gran salto cualitativo, el preocuparse por ofrecerles la posibilidad de elaborar y desarrollar un Proyecto de Vida. Y muchísimo mejor si éste lo basamos en Valores.
Cuando parece que, en el área de la gestión de las personas en las organizaciones, estaba ya todo inventado, la aportación ciertamente innovadora que se ofrece desde el Proyecto Valor-Arte. Artesanía de los Valores resulta, cuando menos, original y creativa. Cualquier organización, empresa o institución que la implemente entre sus personas será pionera en un campo nuevo e inexplorado para los RRHH. La apertura mental, el emprendimiento y la determinación son Valores que están llamando a la puerta con esta propuesta.
Un Proyecto Personal de Vida basado en Valores tiene grandes ventajas para el desarrollo de una vida más plena y de sentido para cualquier persona:
- Actúa como un radar o un escáner permanente sobre lo que sucede a nuestro alrededor y lo que nos sucede. Nos procura una autoevaluación constante.
- Actúa como una brújula ayudándonos en las decisiones a tomar ante las encrucijadas de la vida.
- Nos permite el autoconocimiento y enriquecimiento interior continuo, tras haber identificado nuestros Valores de referencia para la próxima etapa de nuestra vida.
- Nos aporta la calma suficiente para hacer de nuestra travesía vital un aprendizaje continuo y un disfrute sereno.
- Nos anima a la coherencia entre nuestro pensamiento, nuestro discurso y nuestras acciones, motivo muchas veces de situaciones de estrés y malestar, incluso enfermedad.
- Nos dirige, desde una metodología sencilla pero profunda, a darle mayor y mejor sentido a lo que somos, a lo que hacemos y a nuestras relaciones con los demás.
- Nos enfoca hacia lo verdaderamente importante en nuestra vida.
